martes, 11 de diciembre de 2007

Si... (If...)

Ahora que está de moda el nuevo anuncio de Repsol en el que se recita el conocido poema de Rudyard Kipling: If..., recuerdo que hace 15 años lo copié y me lo puse en la carpeta de la Universidad. La verdad es que lo había olvidado, pero ahora que lo he vuelto a escuchar, rememoro toda la fuerza que vi entonces en las palabras del creador de El libro de la selva.
He encontrado tres versiones o traducciones del poema, no obstante, buscaré el que yo tenía porque recuerdo que variaba en algunas frases (no en contenido, sí en la forma).

Primera versión (versión más comprensible)

Si puedes mantener
la cabeza en su sitio
cuando todos la pierden
- y te culpan por ello -;
si confías en ti
cuando los otros desconfían
- y les das la razón -;
si puedes esperar sin cansarte,
si no mientes
cuando te vienen con mentiras
ni odias a los que te odian y aún así,
no te las das de santo ni de sabio;
si sueñas, sin llegar
a ser esclavo de tus sueños;
si piensas,
pero no te conformas con pensar;
si te enfrentas al Triunfo y al Desastre
y das el mismo trato
a esos dos impostores;
si soportas que tuerzan tus palabras
para embaucar con ellas a los tontos;
si se rompen las cosas
a las que has dedicado tu existencia
y te agachas a rehacerlas;
si juntas todas tus ganancias para
jugártelas a cara o cruz, y pierdes,
y vuelves a empezar de nuevo,
una vez más,
sin mencionar siquiera lo perdido;
y si tu corazón,
tus músculos, tus nervios
cumplen incluso cuando ya no son
lo que eran, y resistes
cuando ya no te queda
sino la voluntad de resistir;
si hablas con multitudes
sin perder la honradez
y paseas con reyes
sin perder la humildad:
si no pueden hacerte
daño tus enemigos
- tampoco tus amigos -
y todo el mundo cuenta contigo
- no en exceso -;
si no desaprovechas
ni un segundo de cada
minuto de carrera,
la tierra y cuanto en ella existe
es para ti;
serás, en fin, lo que se dice un hombre.

Segunda versión (versión más popular)

Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...

Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

Tercera versión (versión rimada)

Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas,
Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan...

Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado.

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tu lo deseas y lo quieres, y mandas.

Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.

Si llenas un minuto envidiable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo....
Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,
y mucho mas aún,
serás hombre, hijo mío.

3 comentarios:

cactus girl dijo...

Nunca nada escrito me había hecho repasar en un momento mis acciones y mi forma de actuar en la vida.
Y me siento satisfecha de cumplir muchos "si" de lo que acabo de leer.
Beso

cactus girl dijo...

A lo mejor suena un poco arrogante mi mensaje anterior, pero es verdad..(creo)

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

La verdad es que es bastante difícil de cumplir al pie de la letra, pero lo que expone es memorable. Habría que leerlo todas las noches y ver si en el día te acercaste a lo propuesto. Y no, no suena arrogante tu primer mensaje.