domingo, 25 de enero de 2009

Medidas anticrisis

Ya sé que es un tema muy manido y que a ninguno nos hace gracia, pero la crisis está aquí y parece que ha venido a quedarse algún tiempo. Casi nadie de mis contemporáneos se acuerda de la crisis anterior (yo tampoco) por cuestiones de edad; no es que fuéramos niños de teta, que ya éramos mayorcitos, pero estábamos en otras cuestiones propias de la edad y, sobre todo, no teníamos independencia financiera, y claro, sólo nos preocupaba que nuestros progenitores nos dieran nuestra asignación y el gastarla de la forma más lúdica posible. Ahora es diferente, tenemos obligaciones y preocupaciones y, aunque en mi círculo cercano no hay problemas de desempleo, el que más y el que menos tiene su miedo metido en el cuerpo y la incertidumbre que nos rodea no ayuda para nada. Por eso, no entiendo por qué nuestro Gobierno, en vez de decirnos que no nos preocupemos, que ellos saben lo que tienen que hacer, que está todo controlado, etc., no nos dice que es lo que tiene previsto hacer además de lo ya hecho. Creo que es porque ya han hecho todo lo que se puede hacer desde su cortedad de miras, su cobardía y su interés político (y puedo decir lo mismo de la vergonzosa oposición de los peperianos, instalados en el "buenismo", pensando que eso les va a permitir ganar las elecciones, pero claro, que si no es que nos "crispamos"; como fuese al revés, íbamos a tener la crisis hasta en la sopa con PSOE). Aquí no se mueve nadie: ni el Gobierno, ni la Oposición, ni los Sindicatos, ni los Empresarios. Todos a esperar que escampe y a seguir a lo nuestro, porque como ya ha llegado Obama, pues eso, todo solucionado. No, que no, que hay que trabajar, que fue la primero que dijo Obama, ¡a trabajar toooossss!, cada uno en lo suyo, pero todos. Y a sacrificarse un poquito cada uno, a no ser egoístas ahora. Por eso, ahí van mis recetas (todas muy dañinas para ciertos grupos de la población, pero creo que bastante buenas para salir cuanto antes de esta situación):

1. Salirnos del euro y devaluar la moneda. Ojalá fuera ejecutable, pero es imposible salvo situación de catástrofe nacional (aún no estamos en eso).
2. Acuerdo PSOE-PP-Sindicatos-CEOE para llevar a cabo las reformas sin mirar quienes son los perdjudicados directos de cada una de ellas. Otra utopía.
3. Congelación de los sueldos funcionariales. Este año pasado la inflación ha subido un 1,5%, cantidad irrisoria en comparación con otros años, y, por eso, estos sueldos podrían congelarse sin perdjudicar, teniendo en cuenta que los funcionarios tienen, normalmente, el trabajo asegurado. Sí, ya sé que siempre son los mismos los que pagan el pato, pero los que están en paro han visto más reducidos todavía sus ingresos. Y aunque muchos convenios colectivos actualicen los sueldos en función de la inflacción, téngase en cuenta que ese aumento se detrae por otros conceptos salariales (pluses, dietas). Lo mismo puedo decir de las pensiones (a meterlas un añito o dos en el congelador), teniendo en cuenta que las personas mayores tienen un mayor propensión al ahorro y a la contención del gasto.
4. Mantemiento del empleo por encima de todo, aunque sea empleo con menos cotizaciones sociales (al menos de forma temporal). Cada persona que trabaja y que no le cuesta al INEM, es un triunfo económico por lo que se ahorra. Retomar los contratos para fomento del empleo que tan buen resultado dieron en el pasado.
5. Liberalización de servicios básicos. Lo siento, pero lo mejor para que los precios se mantengan o incluso bajen es la competencia, y hay sectores en los cuales la competencia es muy reducida.
6. Encauzar el Gasto Público hacia inversiones productivas. No vale de nada darle dinero a los Ayuntamientos para hacer obras lúdicas pseudofalsas con las que recaudar dinero para tapar sus agujeros. Las inversiones han de ser en servicios básicos que nos hagan más competitivos: carreteras, vías férreas, comunicaciones, I+D+I, formación, maquinaria innovadora, etc.
7. Que el seguro de desempleo lleve acoplado el trabajar una serie de horas (no las 40 semanales) en algo. Ahora mismo tenemos a mucha mano de obra improductiva que está cobrando el paro y que no hace nada, por desgracia, porque no hay trabajo. Bueno, pues a trabajar, que nos sintamos que valemos y de paso creamos riqueza. (esta medida es utópica, pero alguien la tiene que exponer).
8. Reducir la dependencia energética del exterior, fomentando energías alternativas de forma verdadera, investigando seriamente y no con palabrejas. Si no queremos energía nuclear, pues vale, pero hay otros mundos más allá que nuestra imaginación no alcanza. Seamos serios y apoyemos fuentes energéticas nuevas y más eficientes.
9. Aumentar el control fiscal. No es populista, pero sí necesario. Ahora más de uno va a aprovechar la crisis para escaparse de pagar lo que debe o, al menos parte. Además hay que controlar muchos establecimientos de todo tipo que se escapan de rositas, sin pagar ni un 20% de lo que les corresponde.
10. Reordenación del mapa funcionarial. Eliminar bastantes funcionarios administrativos que no hacen más que vivir del enchufe y dedicar esos recursos a funcionarios realmente necesarios para nuestro progreso como sociedad: médicos, sanitarios, maestros y profesores, jueces, policías, etc. Evidentemente, para eso es necesario una reforma imposible de nuestro actual marco político y quitar competencias locales y autonómicas.
11. Ser menos españoles. Llevamos más de diez años de crecimiento económico que solo ha n servido para diferenciarnos más los unos de los otros e intentar vivir, cada uno a su manera, trabajando lo menos posible. Eso se ha acabado, ahora, desgraciadamente, toca trabajar de verdad para ganarnos la vida y no esperar el pelotazo de turno.
La gente de la calle, en general, está bastante concienciada con la crisis y con que hay que tomar medidas, por eso es el momento para hacerlo, aunque sean ingratas. Desgraciadamente, me temo, que nuestras clases dirigentes en todos lo ámbitos prefieren mantener el status quo y no menearla. Así nos irá.

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