domingo, 13 de febrero de 2011

Reunión de antiguos alumnos del Colegio San José de Calasanz

El pasado sábado día 5 de febrero tuvimos una velada por la que no apostaba tanto como dio de si cuando fui convocado: reunión de antiguos alumnos de uno de los múltiples colegios por los que pasé en mi infancia y adolescencia (creo que caté cuatro: Santo Tomás de Aquino, Abelardo Contento, San José de Calasanz, el de la reunión en cuestión, y Miguel de Cervantes con dos versiones: La Rosa y el Matadero). Cualquiera diría que era un chico con problemas educativos y fui todo lo contrario: un buen estudiante y muy responsable (quizá de más). El tema es que un antiguo compañero de clase, Eugenio, vino a verme antes de Navidad para informarme de la intención de hacer una reunión de este tipo con nuestro maestro durante el primer ciclo (que fue el que yo estuve en el colegio mencionado), Felipe Pozuelo, y evidentemente, me interesé mucho y le indiqué que contase conmigo. Cuando, posteriormente, me comunicó la fecha definitiva, le confirmé mi presencia y organicé mi vida familiar para poder asistir. Para darle a la cosa emoción, esa misma semana nos convocarón a una conferencia de trabajo el sábado en Madrid a las 10:30, con lo que, heme aquí, el sábado 5 levantándome a las 7:00, viajando a Madrid, reuniéndome con compañeros de toda España, contándonos lo mismo de siempre (que repetitivas somos las personas, siempre igual y, encima, nos gusta), comiendo, saliendo de Madrid, llegando a Tomelloso, tomando unas copas con mis amigos del padel (que sigo sin practicar), duchándome de nuevo y asistiendo a la cena a las 9:30 en el "peculiar" restaurante "La Parrilla", insigne ejemplo de por donde camina la hostelería en nuestro villorrio. La secuencia de la noche fue más o menos así:
Abro la puerta, entro y me encuentro con aproximadamente 25 hombres y mujeres de mediana edad (la que yo tengo, aunque me cueste creerlo a veces) de los cuales me acuerdo de la mitad y no he cruzado palabra con más de 3 o 4 en los últimos 20 o 25 años.
-Buenas noches, soy Pablo Morago.
-Hola, Pablo, que cambiado estás, (claro, me fui el cole con 12 años y tengo 36, en este tiempo se me ha caido bastante pelo del cogote y me ha salido en la cara, aparte de crecer 30 cm. a lo alto y engordar 40 kilos a lo ancho), ¿pero llevas todo este tiempo en Tomelloso?
-Hombre, he dado más de una pingota por ahí, pero los últimos 13 años sí, vivo en Tomelloso.
-Pues no te he visto.
-Lo mismo me ocurre a mi con vosotros, Maribel, pero para eso estamos aquí, para reubicarnos.
Con una compañera en particular (Virginia, perdóname por favor) ni me acordaba de haber ido con ella a clase, lo prometo, luego he visto fotos antiguas y sí, está en ellas y la reconozco, pero se ve que la neurona donde la grabé se quedó sin riego un día, debe ser eso.
Comida pasable, servicio deficiente, pero velada muy agradable recordando historias del abuelo cebolleta y sacando fotos de los hijos. Luego empezamos a sacar fotos de nosotros en la cena, están por ahí colgadas en las redes sociales. Llegan las doce y parece que me duermo, el cansancio hace mella, no tiene engaño, pero como soy un tío de recursos, pido un gintonic, y me rehago: la noche es mía. Más conversación con Felipe sobre el mundo, el futuro, amigas y amigos lejanos, sobre la vida que tantas vueltas nos ha dado. A la 1:30 nos despedimos de Felipe y de Angelines y decidimos ir a tomar una copa a un bar, ¿dónde?, pues a El Patio (como no voy nunca y no lo conozco, qué cosas, si es que somos animales de costumbres) y allí, sin ninguna sorpresa, nos presentamos la mitad. El resto ha decidido no seguir, con la cena le basta y en su mundo, seguramente, no entra el salir de noche hasta "las tantas". En el mío, sí y, me lo estoy pasando bien, bien, ¡si señor!. Jugamos un futbolín, perdemos frente a "Govanilla Eléctrica" y su secuaz (amigos míos, pero algo faltones, es el precio que pago por querer verlos, nunca aprendo) y me voy a por otro gintonic que me pide José Luis (bueno, bueno y preparado con cariño y maestría). Conversación inicialmente ligera que va adoptando mayor profundidad con Loli y unos chupitos de por medio por gentileza de mi amigo y gerente del bar (vodka caramelo o algo así con nata, está dulce y bueno, entra bien, no creo que mate, craso error, es veneno), me bebo dos como los hombres y pido otros dos "gines" ahora con Fever-Tree. Más conversación y recuerdos, curiosidades varias y preguntas que no vienen a cuento. Empieza la sesión de fotos, ya estamos en la fase de exaltación de la amistad y, aunque llevamos más de media vida sin vernos, somos más amigos que gorrinos, la felicidad campa a sus anchas y recuerdo a una antigua amiga que me dijo una vez: sólo soy feliz si veo felicidad a mi alrededor (cuanta razón llevaba). -¡Venga, una foto!, -¡ahora con mi cámara!, -¡y con la mía!-, me pierdo una y no sé porqué, ¡ah, sí!, estoy felicitando a Alf que es su cumpleaños y, de paso, pidiendole invitaciones para su otro garito. -¡Nos vamos!, -¿A dónde?, -Al Marylin, que no me han dado invitaciones, pero si "cuartos", que es lo mismo o mejor.- Ya quedamos menos, algunos se han descolgado, pero pocos, llegamos al bar, saludo al portero (Gheorge para los extraños, Gigi para los habituales), le pregunto por su hijo y pasamos. Dentro, la media de edad es de 24 años y nos miran como a sus papás, me da igual, ahora ya no quiero gintonic, me apetece Southern Comfort con naranja (esto lo beben mucho en los USA, pero aquí me parece que todas las botellas llevan mi nombre), ya no me lo paso bien, me lo paso genial y más bla, bla, bla, recuerdo una conversación de tacógrafos, otra de coches y ya no más, tengo el disco duro lleno. A las 5:00 me suena el teléfono, MP, que dónde estoy, le contesto que debajo de casa, me dice que haga lo que quiera, pero que María está durmiendo con ella y que me toca acostarme en la mini-cama de mi hija con Bob Esponja y Patricio de compañeros de viaje. Me da igual, problemas de sueño no tengo, he dormido hasta en el metro de Madrid apoyado en una barra, y en la mili me dormía con la cabeza reclinada en el atril mientras los músicos practicaban (yo tocaba el bombo y gracias a mi pericia con los instrumentos musicales, lo dominé en un día). Ya son las 5:45, hora prudente de irse a casa, ¿verdad?, pues no, ya estamos cansinos y hay que rematar la noche con más jarabe, ¡pues hala, al Enjoy (antigua Pantera Rosa)!. Aquí cambio de tercio y me paso a la Coronita, más que nada para desengrasar y porque tengo la lengua como un gatete y no es plan de beberme una copa de un trago, la noche se está acabando y estamos casi para el arrastre. Quedamos en que esto no hay que perderlo, que es muy bonito y lo suyo sería hacer otra reunión estilo caldereta o similar. Me parece bien y me ofrezco a Eugenio a colaborar en lo que le haga falta, ¡faltaría más!. Nos despedimos, cada uno por su lado como vinimos, y cuando estoy a punto de subir a casa, aparece el demonio malo que siempre me acompaña y me enseña el coche de Alf en la puerta de El Patio, -seguro que están a puerta cerrada, ¿y si paso y me tomo la última?, total solo son las 6:40 de la mañana, aún es de noche, vamos, que más me da-, menos mal que el ángel bueno me ilumina la mente durante una fracción de segundo y decido subir a casa a dormir lo que pueda, seguramente hasta la hora de comer. ¿Hasta la hora de comer digo?, ¡já!, a las 10:00 ya me han despertado para que purgue mis pecados nocturnos, me da igual, la noche anterior no se me va a olvidar en mucho tiempo. ¡Quién me lo iba a decir!, como los marines americanos, a partir de ahora, compañeros del alma, compañeros, "semper fidelis".

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablo,

¡Qué vida social tienes!.

Espero que mi señor esposo no se anime a todos los eventos que tenéis en Tome.

Desde Madrid, con mucho curro, 2 niños y sin vida social.

Rosa

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Se debe animar, pero, por ahora, te guarda las ausencias, querida Rosa.
"No hay más vida que esta de aquí".
Saludos.

hormiguita ana dijo...

conforme me voy haciendo mayor, creo que me estoy volviendo más huraña... no me gusta perder el tiempo si no con gente que, en verdad, me aptece y que me une algo más que el uniforme del colegio...

bien es cierto que, las de mi quinta de las monjas, llevamos años intentando reuinirnos e, irónicamente, soy yo una de las 'organizantas' y de las que hemos propiciado ese encuentro, teniendo por respuesta un ''estupendo'' pero como reacción, ninguna! por tanto, eso acentúa más mis no-ganas a no llegar a culminar tal acontecimiento memorable!!!

algunas de esas compañeras del cole, siguen siendo mis actuales amigas, esas de toda la vida, y me alegran, reconfortan y 'abrillantan' mi vida dsd hace taitantos muchos años....
no necesito más!

veamos, no reniego de ese posible encuentro en los que, inevitablemente, las exaltaciones de la amistad resurgirían o nacerían en el momento, lo cual, ya te digo, debido a mi estado de asociabilidad q me acompaña... no le encontraría sentido alguno para luego, a continuación, si te he visto no me acuerdo...
a eso le añadimos que yo.. me bebo unos vinos, y punto; casi no bebo copas, y dsd luego, la noche y los bares y el ruido... como que no!!

me da envidia leerte y ver que las 7 de la mañana te dieron pronto... aunq luego las 10... también!!! jejej!! (maldad)
;-)

pero te repito, me he vuelto exquisita con mi tiempo y, sobre todo, con mis compañías...

;-)

hormiguita ana dijo...

he eliminado mi comentario que, no sé por qué, se ha duplicado!!!

encima q es un tocho terco, va y sale por dos, jejeje

besitos, mua, mua!
;-)

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Admirada Ana, comprendo tu posición y quizás si estas reuniones se repitiesen con bastante frecuencia observaríamos que tenemos poco en común entre los antiguos compañeros de colegio. No obstante, el tiempo que hacía que no nos habíamos visto y la naturalidad y normalidad de los que nos reunimos hicieron que la velada fuese muy agradable, amén de que los maestros de ceremonias nos lo curramos bastante para que no decayese el ambiente. :-)
Qué le voy a hacer, se ve que lo llevo en la sangre (o en los genes), pero me gusta la gente, a lo mejor como una sobrerreacción a mi innata timidez (bastante tiempo pasé en mi infancia siendo un niño bastante asustadizo y madrero), y me gustan las relaciones sociales y me gusta mucho, mucho... escuchar (aunque parezca que hablo demasiado).

hormiguita ana dijo...

si a mí me gusta mucho la gente!!!! te lo aseguro! q entre mis amigos yo soy 'la reina de la organización' porque me gusta reuinir, mezclar a los amigos a la mínima de cambio, planear, ir, venir....

no quiero dar la imagen de borde, eh, q no lo soy, yo que me junto con todo tipo de gente y me llevas a cualquier sitio o reunión!

sólo que, de un tiempo a esta parte, estas reuniones se han puesto de moda y creo q están sobrevaloradas, sobre todo porque después cada mochilo a su olivo y no se reanunda ningún tipo de relación, o si eso sucede, obvio q no es para convertirse en amigos-para-siempre!!!

que mi asociabilidad es momentánea, jejej; pero que la gente, las relaciones sociales, hablar, salir, reír... son necesarias para todo el mundo!!!

;-)

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Convaleciente Ana, en eso de ver lo que dura, te doy la razón, pero nuestra intención es "mantenella y no enmendalla" (mientras nos acompañe el público). Se está gestando una reunión gastronómica a base de caldereta y con los familiares de primer grado, ¿chi lo sa?.

hormiguita ana dijo...

está claro q en el sofá es donde menos amigos se hacen!
necesitamos relacionarnos, querer y ser queridos, hablar, escuchar, que nos hablen y escuchen, reír....

es necesario, a la vez q imprescindible!!!!

voy a animarme yo a reunir a las de las monjas del 66! que aunq no va a haber ni barrigas cerveras ni calvicies... sí que va a abundar arrugas y maldades de esas de ''uy, qué vieja está fulanita.... yo estoy mucho más estupenda y joven que ella...parece mentira q tengamos la misma edad'' jejeje

ea!!!

;-)

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Animada Ana, la vida te da sorpresas y me esperaba a la gente más deteriorada de lo que la vi, no obstante estoy contigo en que vuestra maldad, sobre todo cuando está circunscrita a vuestro género, no tiene límites conocidos.

hormiguita ana dijo...

leyendas urbanas! contertuliano compañero!!! todo son leyendas urbanas! las mujeres somos buenas, muy buenas.... y ni se te ocurra decir lo contrario.............

glup, glup!!!

;-/

hormiguita ana dijo...

compañero contertulio.... quería decir! (no contertuliano)

mucho mejor el nuevo fondo y colores q has puesto en el blog! el otro se leía peor y, además, tardaba mucho en cargar la pág

besis!!!

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

El primero fue propuesto (o impuesto) por el ama y dueña de mis desvelos que siempre está más en la estética. En cuanto he tenido ocasión, he cambiado, la practicidad, lo primero.

hormiguita ana dijo...

mi empatía con las mujeres es sí o sí... pero, vaya, q en este caso, lo práctico ha sido la mejor opción!!!

;-)