Soy del Madrid

Sí, soy del "Madrí", siempre lo he sido, no me fue revelada la verdad a mitad de camino y nunca me he cambiado la chaqueta. Eso no quiere decir que no critique a mi equipo y a sus/nuestros mercenarios, pues eso es lo que son los futbolistas como bien indicaba mi amigo Guerrero hace ya más de diez años (es que Guerrero es del Atlético y eso da un plus de sabiduría y filosofía de vida). Y puedo decir, que si bien la liga pasada fue la de la venganza sobre el Barça por el regusto que tuvo (acordémonos de Tenerife y las dos ligas perdidas-robadas), ésta ha sido la de los cimientos sobre los que el equipo tendrá que construir el futuro. Hace falta más material (e ir desechando algunas partidas defectuosas o caducadas), pero la base la veo sólida sobre todo en la defensa.
Así las cosas, el pasado miércoles 7, "David and me" fuimos al Bernabéu (llevaba dos años sin acudir a la Meca) a ver el partido contra el Barça. Y disfruté, vaya si disfruté. Y sí, no me dio pena el Barcelona dando esa imagen patética, no queríamos un partido de poder a poder, queríamos sangre, necesitábamos una victoria definitiva, un triunfo para crecer, para separar a los hombres de los niños y aspirar a la Copa de Europa, territorio legendario que nos perteneció y del que, por demasiado tiempo, hemos sido exiliados. Parece que fue ayer, cuando en el año 98 (¿te acuerdas D.?, esa montaña humana que se formó cuando Pedja marcó el gol del triunfo, y la noche que le siguió, y la espuma, y Grozny, ...) los noveles supimos lo que era ganarla, y desde entonces, no hay otro manjar que sepa igual al paladar. ¡Es nuestra y debe volver al lugar del que nunca debió salir!. ¡Hala Madrid!.