¿Y por qué no?

Hoy en las noticias de del mediodía aparecía que se iniciaba el juicio contra el "monstruo de Amstetten", ese que escondió a su hija durante 24 años en un zulo de su casa y con la que engendró 7 hijos-nietos después de violarla innumerables veces. Parece ser que ha admitido todos los cargos salvo los de asesinato (de un niño que murió a los 3 días), ya que así se enfrentaría a 15 años de prisión como máximo en lugar de la cadena perpétua. Esto ha hecho que se desate un clamor en Austria pidiendo el endurecimiento de las penas para casos similares, pero sin llegar a la pena de muerte. ¿Y por qué no?. Creo que el rechazo a la pena de muerte es una reminiscencia de nuestra cultura cristiana, según la cual, la vida la da y la quita Dios. Si casi todos los Estados occidentales son aconfesionales y con una importante separación de lo civil y lo religioso, ¿por qué no se puede abrir un debate sobre la cadena perpétua o la pena de muerte?. O sea, que se puede abortar legalmente (cosa a la que yo no me opongo de manera directa, ya que tengo muchas dudas al respecto que no he conseguido aún aclarar), pero no se puede matar a un individuo perdjudicial para la sociedad; o no se le puede castigar con trabajos forzados o con castigos más allá de la privación de libertad (que reconozco que no es poco). De lo que deduzco que la evolución de la sociedad es la de ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. Que los curas digan que matar al culpable de delitos gravísimos está mal, lo entiendo; que lo diga el Estado, no. Por lo menos que lo diga después de una discusión seria y de una votación (referéndum). Claro, no lo hacen porque saben que es lo que saldría.