martes, 3 de junio de 2008

¿El cambio existe?

Tras una discusión bastante interesante en el blog de Cactus, no pudimos llegar a un común entendimiento y nuestras posiciones quedaron enfrentadas de manera definitiva, creo. El tema de discusión era si había posibilidad de cambio en nuestro comportamiento y si este supuesto cambio afectaba a nuestro yo, ser, alma o como quiera llamárselo. Yo defendía que sí, pero mis adversarias dialécticas opinaban que somos lo que somos, aún cuando cambiemos nuestros comportamientos, que nuestra semilla no puede cambiar.
Mi opinión es que lo que somos (ese "yo", esa "alma") no es más un folio con un título, pero que lo que a continuación escribamos en él, aún cuando inicialmente esté condicionado por ese título, depende de nosotros y de factores ajenos a nuestra concepción: nuestra educación, nuestra capacidad o deseo de cambio o de aprendizaje. Así, ese "título" es una idea que puede ser buena o mala o regular, pero que no tiene porqué marcar el devenir de nuestro libro, ya que nosotros deberíamos ser capaces de adaptarlo a lo que queremos escribir. Por tanto, creo, que sí podemos cambiar, que cuesta mucho, pero que es posible, y que si somos capaces de ello, ese cambio nos transforma en alguien distinto (mínimamente, por supuesto). No somos más que un conjunto de ideas adquiridas (por inducción, por deducción o por adquisición) y su manifestación en la realidad, que no es más que nuestra conducta o comportamiento. Por ello, si cambiamos esta conducta, es porque hemos cambiado nuestras ideas y si hemos modificado estas ideas, nuestro "yo" no es idéntico a como era antes y somos otro, muy poco diferente, pero otro.

9 comentarios:

cactus girl dijo...

Al final voy a terminar por darte la razón...Pero como soy un poco "terqueja", necesitaría un ejemplo práctico de ambas posturas. La tuya y la mía.

Hemos ahondado mucho en el tema y necesito "praxis"...

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Por ejemplo, una persona racista. Si esta persona advierte que su conducta no es correcta, y la cambia (aunque inicialmente solo sea de forma externa, incluso sin creer mucho en ello), está incorporando a su "comportamiento" una conducta contradictoria con su "idea" de igualdad entre razas. Según vosotros, esta persona seguirá siendo racista en su "ser" siempre, aunque su conducta no lo refleje ya nunca más. Según yo, el hecho de que su conducta ya no sea racista, influirá y modificará su "idea" de igualdad, cambiando, por tanto, su "esencia". Así, con todo. Evidentemente, quedan fuera de esto, las personas en que, por problemas físicos, su cerebro no razone "normalmente".

Anónimo dijo...

Muchas veces paso por aquí; me suelen interesar las críticas de películas y muchas de las reflexiones sobre la actualidad política y/o social. Es cierto que no comparto muchas de las teorías que aquí se exponen (faltaría más), pero sí considero que los razonamientos son bastante acertados en general. Pero no, éste no lo comparto en general (aunque en parte sea cierta la posibilidad de cambio)pero mucho menos en el ejemplo. Te responderé con una película, como no podía ser menos en este blog: Crash. En ella hay varios momentos que me parecen impostados; si la has visto podemos comentarlos y son precisamente los de redención del racista. Mi opinión: sí, podrás autoimponerte conductas que no lo sean, pero el trasfondo permanece y no se puede ocultar permanentemente. Y nada, como digo en el título ... pasaba por aquí.

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Todo depende de la consideración de alma, ser, esencia que tenga cada cual. Si crees que ese alma es algo inmutable que está pregrabado como en un CD-R, evidentemente el cambio solo será estético. Si crees, como yo, que tu CD es RW, podrás reescribir en él tus ideas y cambiar

cactus girl dijo...

Casi me convences, pero me voy más hacia la teoría de "pasaba por aquí..."

Anónimo dijo...

Suerte, de acuerdo, si el CD es RW, podrás reescribir en él tus ideas y cambiar todas las veces que quieras. Pero el soporte del CD RW, es el mismo. Eso es para mí "la esencia del alma". Lo que no puedes cambiar.

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Para mi, ese soporte es el cerebro, verdadero eje central de lo que somos. Aunque creamos que somos algo más, existimos gracias a las conexiones químicas y eléctricas de nuestras neuronas. Es una mentira muy bien planteada por la evolución y no creo que pueda cambiar 100.000 años de antropocentrismo, pero somos materia, sólo materia.

Anónimo dijo...

Buen blog. Sin pretensiones pero entretenido, enhorabuena.

Empiezo por el final, no sé si pretendes cambiar 100.000 años de antropocentrismo, lo que parece es que quieres minimizar la influencia de miilones de años de carga genética que ha desembocado finalmente en lo que tú eres ahora.

Olvida la palabra "alma" de la que habla "anónimo", que puede que no te guste y piensa sólo en lo que te digo: la carga genética. ¿Crees que es tan fácil obviarla, sólo por puro deseo, a través de las conexiones de tu cerebro? Supongo que a tus genes es a lo que "anónimo" llamaba "esencia del alma".

Y ahora voy a por el que pasaba por aquí (igual que lo hago yo, por otro lado). Siscrepo no del trasfondo que usas, pero sí radicalmente del ejemplo que has buscado, porque en éste sí que es "suerte de la mala" quien lleva razón. Me explicaré.

El racismo sí que se puede modificar, por supuesto. Porque no forma parte del soporte del CD-RW (es decir de los genes) sino que es algo aprendido, como toda teoría política. Nadie naca siendo racista, miremos a nuestros hijos cuando son bebés: les sorprende tanto el color de la piel, como el de los ojos o el tamaño de la nariz. El racismo les llega luego, no se naca con él, por eso se puede borrar.

De hecho, borrarlo es muy simple. Ciero, en Crash hay escenas de redención impostadas, como dices, pero no porque el racismo no pueda eliminarse del cerebro de cada uno, sino porque ha querido acabarse la película siendo indulgentes con los racistas y criticando a quienes no lo son. El típico "en el fondo todos somos iguales", nada más falso.

Lo dicho, enhorabuena por el blog.

Besos.

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

La carga genética nos hace ser lo que somos y ese "somos" tiene su base en el cerebro. En eso estoy totalmente de acuerdo. Hay comportamientos pregrabados en lo más profundo de nuestro sistema neural como la atracción por el sexo opuesto (en condiciones normales y sin malinterpretarme, que algunos le sacan punta a todo), el refuerzo del placer o del dolor, etc. Eso está hay, puesto que es parte de lo que nos permitió sobrevivir. Pero somos hombres o mujeres (y no homínidos machos o hembras) porque utilizamos nuestro córtex para superar estas conductas preinstaladas necesarias en el pasado y evolucionar "socialmente". Nuestra evolución genética, creo que ha llegado a su fin (ya dije que los incluso los menos aptos sobreviven y se reproducen), pero nos queda la evolución social y cultural, y ahí es donde debemos estar, aunque sea luchando día a día contra nosotros mismos.