domingo, 8 de junio de 2008

Sidney Lumet y demás

Pocas sopresas hay este finde en temas cinéfilos, porque casi todo lo que he visionado ha resultado ser lo que me esperaba. Las resumo a continuación:

La criatura perfecta

Con el sugerente subtítulo "De los creadores de El señor de los anillos" llega este bodrio neozelandés apuntado a la moda vampírica "a pachas" con el "steam-punk" o cómo hacer funcionar todos nuestros electrodomésticos mediante tecnología de vapor. Aparte de la producción preciosista, lo demás deja bastante que desear, desde el guión a las actuaciones pasando por la dirección.


Waz

Secuela o similar de películas del estilo "Seven", nos encontramos con el enésimo asesino más listo que el hambre y más traumatizado que la protagonista de Candy, Candy al final de su vida. La historia es la de siempre; el gusto por las vísceras y los cuchillitos, también; incluso el final se intuye, pero, por lo menos, las interpretaciones son creíbles y la peli es cortita. Se deja ver una tarde-noche sin nada que hacer.


Interview

Esperaba más de esta película dirigida por Steve Buscemi (un gran actor secundario caracterizado por hacer siempre el mismo papel de persona extraña). No está mal, tiene sorpresa final y es más honesto que otros productos similares, pero tiene momentos muertos que no hay quien los trague. Además, cuando la vi, debía de tener mucho sueño, porque se me hizo laaaarga, laaaarga. No obstante, hay cosas peores cada día en la parrilla televisiva, por lo que está por encima de la media.


Antes que el diablo sepa que has muerto


Es esta una película del maestro Sidney Lumet que, aunque se apunta al moderno movimiento artístico de romper el esquema temporal de la historia para liar lo más posible al espectador, cuando menos tiene la decencia de ponernos unos titulitos al principio de cada escena y así saber por donde irán los tiros a continuación. Esta tragedia con todas las de la ley (en la tragedia clásica los personajes no pueden escapar de su destino), con personajes oscuros y acabados, pero creibles, sobre todo muy creibles, debe su título a un proverbio irlandés que dice más o menos así: ojalá que estés al menos media hora en el cielo, antes que el diablo sepa que has muerto y venga a por ti. Las interpretaciones están a la altura de la historia, que es fuerte (absténganse mentes delicadas que crean que la familia lo es todo) y está filmada con pulso firme. Quizá sobre un poco la excesiva frialdad del color de la cinta, pero lo considero como un recurso del director para enfatizar las vacías relaciones personales presentes en el filme. Está claro que el director apuesta por que el mal habita en nuestro interior y que se hace presente cuando las cadenas de nuestra consciencia se relajan o rompen. Buen tema para debatir, por cierto.

3 comentarios:

cactus girl dijo...

Sí, buen tema.
¿Las personas son malas o se hacen malas? La maldad es "algo" desencadenado por alguna circunstancia en concreta????

cactus girl dijo...

O la maldad también va en los genes?

Suerte, de la Mala, pero Suerte dijo...

Abrimos el debate en un periquete, que veo que a la gente le va la controversia. Vamos allá.