Elecciones 2008 (2): la ley D'hont

Casi todos fuimos testigos de la deplorable justificación pública de los malos resultados de IU por parte de su Coordinador General, el Sr. Llamazares, aludiendo al hecho de que "el tsunami bipartidista" los había arrasado. Creo más bien que ellos solitos se han bastado para arrasarse a sí mismos, siendo cómplices mudos del PSOE y de los nacionalistas y ANV-ETA. Ahora que quizá no tengan ni grupo parlamentario, salen desde IU proponiendo una reforma de la Ley Electoral, ya que la actual les perjudica. En esto sí llevan razón, puesto que si el sistema electoral fuese proporcional con los mismos votos IU conseguiría 13 escaños y no 2 como ha alcanzado. La siguiente tabla establece la diferencia de escaños conseguidos en estas últimas elecciones considerando el actual sistema y un hipotético sistema proporcional:

Partidos	Votos 2008	Escaños 2008	Escaños proporcional
Psoe	11064524	169	152
PP	10169973	153	140
Ciu	774317	11	11
PNV	303246	6	4
ERC	296473	3	4
IU	963040	2	13
BNG	209042	2	3
CC	164255	2	2
UPyD	303535	1	4
NA-BAI	62073	1	1
CA (PA)	68344	0	1
Total	25514671	350	335

De esta tabla se deducen tres consecuencias:

1. La ley D'hont favorece a los partidos mayoritarios estatales (PSOE y PP).
2. La ley D'hont perjudica a los partidos minoritarios estatales (IU, UPyD).
3. La ley D'hont no beneficia tanto a los partidos nacionalistas o regionalistas que no se presentan en todas las circunscripciones.
4. Más perjudicial que la ley D'hont es la existencia de distintas circunscripciones (provincias), en lugar de una única circunscripción nacional (esto no se deduce de la tabla, pero lo explico más abajo).
   

Pero, ¿cómo funciona el sistema electoral en España?. La Constitución establece que los diputados se elegirán por circunscripciones, que en el caso de España son las provincias. A cada provincia-circunscripción le corresponde un número de escaños en función de un fijo (2 escaños salvo Ceuta y Melilla) y de su población (así, por ejemplo, a Ciudad Real le tocan 5 escaños). Esto significa que si el partido X fuese el único votado en Ciudad Real, solo le valdría para conseguir 5 escaños y ni uno más. Una vez dentro de la provincia, se crea una tabla con los partidos ordenados de más a menos votos en el eje "y" y con tantas columnas como escaños haya que repartir (en el caso de C.R., 5). Es importante indicar con las candidaturas con menos del 3% de los votos de la circunscripción se desestiman y no entran en el reparto. A partir de aquí, se procede a dividir el número de votos de cada candidatura entre cada uno de los números naturales (1, 2, 3, ...) hasta llegar al número de escaños de la provincia-circunscripción. Pongamos un ejemplo:

	Votos	1	2	3	4	5
Partido A	25000	25000	12500	8333	6250	5000
Partido B	20000	20000	10000	6666	5000	4000
Partido C	9000	9000	4500	3000	2250	1800
Partido D	1000	No entra en el reparto

Finalmente, se asignan los escaños dando 1 escaño a cada una de las cifras mayores hasta alcanzar el total de escaños de la provincia. En nuestro ejemplo, al Partido A le corresponderían 2 escaños (25000 y 12500), al Partido B también le corresponderían 2 escaños (20000 y 10000) y al Partido C se le asignaría 1 escaño (9000). Si la circunscripción tuviera 1 escaño más, sería para el Partido A (8333) y si tuviera uno menos, lo perdería el Partido C que se quedaría sin representación en esa provincia, con lo que sus 9000 votos no le valdrían de nada puesto que no se podrían sumar a los votos alcanzados en otras provincias-circunscripciones. Esto último es lo que le ha ocurrido a IU y a UPyD, que aún teniendo bastantes votos, muchos de ellos no los han podido aprovechar al no alcanzar el mínimo para entrar en el reparto en numerosas provincias.
La ley D'hont y las múltiples circunscripciones favorecen la creación de mayorías absolutas y reducen a la mínima expresión el peso de los partidos minoritarios. ¿Soluciones?. Hay varias: una única circunscripción, un sistema de doble vuelta, etc. cada una de ellas en función de lo que queramos alcanzar; evidentemente, a IU le interesa una única circunscripción y al PSOE, la doble vuelta. Al PP, que lo dejen como está, porque cualquier modificación es empeorar, por eso Aznarín, no reformó la Ley Electoral cuando pudo. ¡Qué listo!.