Recientemente se ha aprobado la famosa reforma de la Ley de Propiedad Intelectual sobre Soportes Informáticos o "Canon Digital". Ha habido voces que han indicado que es el pago que el PSOE les debía a los artistas por su apoyo durante la pasada legislatura del PP, sobre todo con el tema de la guerra de Irak y nuestra participación en ella. Es posible que algo de eso haya, el sector de la denominada cultura es eminentemente progresista, sin que ello suponga que la cultura o la mayor parte de ella les pertenezca en propiedad. Pero esa moto está muy bien vendida y en este país las únicas voces autorizadas para hablar de "cultura" son las de la izquierda, aun cuando existan personas reconocidas públicamente que no sean de ese hilo. O sea, que si eres de izquierdas tu opinión sobre la vida vale más o es más valorada que si eres de derechas; lo peor es que este estigma lo soporta la gente de derechas y lo tiene como algo asumido o una batalla perdida. La prueba está con Javier Sardá y su exitoso programa "Crónicas Marcianas" (ojo, que yo lo veía con cierta frecuencia), típico programa casposo, con "freaks" de todo tipo y con opiniones, más que manipuladas, dirigidas hacia la dirección elegida con bastante inteligencia. Pues a este hombre, cuyo programa creo que todo el mundo estará de acuerdo en que culturalmente ha sido más bien nulo (no así como entretenimiento), lo he visto opinar sobre diversos temas con una especie de categoría humana superior a la media. Todo el mundo respeta su figura como un referente y no creo que sea por la profundidad cultural del programa de marras. Ejemplos como este hay bastantes.
Volviendo al tema del canon, y esto a lo peor no le gusta a bastante gente, yo lo veo bien. Es innegable que la sociedad cambia y que las tecnologías han modificado nuestro estilo de vida, y que la gente más adaptada a esas tecnologías de la información dispone de herramientas para acceder gratuitamente a contenidos protegidos por esa propiedad intelectual. Esto es una realidad; seamos sinceros y no hipócritas: ¿quién no se ha descargado música o vídeos o programas o juegos o qué sé yo?. Si alguien no lo ha hecho, seguro que conoce directamente a otra persona que sí lo ha hecho. Yo quiero hacer eso y no sentirme un delincuente, y el canon me lo permite. Otro tema distinto es la cuantía del canon. En eso no puedo estar de acuerdo nunca, porque me parece que premia excesivamente un trabajo: si eres músico o escritor de éxito te tienes que hacer millonario con dos discos o libros. No, tienes que trabajar como el resto de los humanos, salvo cuatro privilegiados. Estimo que la cuantía del canon es elevada por el siguiente ejemplo:
-100 DVD+R 16 x Verbatim en Alemania: 28,95 € (Nierle)
-100 DVD+R 16 x Verbatim en España: 102,40 € (Mercado Actual)
Estos precios son con IVA y sin transporte. De esos datos se infieren las siguientes conclusiones:
-el canon español es muy superior al alemán (el triple según mis noticias), de lo que, a su vez, se deduce que tenemos muchos más artistas o similares que los alemanes (tienen que comer más personas) y, por tanto, somos más avanzados culturalmente como se demuestra con el éxito sin precedentes de nuestras producciones fílmicas en el extranjero (en España su éxito es menor porque la competencia desleal americana es terrorífica y el pecado nacional, la envidia, no nos hace ir al cine a ver la enésima versión socializante y socializadora del director de turno);
-nuestros vendedores se aprovechan del canon para encarecer sus productos aún más (no me extrañaría lo más mínimo en el país de los listos);
-el Estado también se beneficia, ya que el IVA se aplica sobre el precio final del cual forma parte el canon;
-si hay libertad de tráfico de personas y mercancías en la UE, ¿puedo comprar DVDs o similares en otro país con un canon inferior o sin él y no estar incumpliendo la ley?: supongo que sí.
Sería también importante que las sociedades de gestión de derechos de autor diesen cuenta de sus ingresos y del reparto de los mismos, además de estar fiscalizadas con más seriedad por parte de la Hacienda Pública y aprovechar esos datos para hacer tributar a los que más ganan por esos ingresos generados en España, aún cuando ellos residan en otro país si así fuera.
Resumiendo, canon sí, pero justo y controlado.
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